Antes que un comentario sobre la película de Michael Moore, quisiera reflexionar sobre los procesos políticos y su relación con la producción audiovisual. Mucha gente ha criticado las obras de Moore por manipuladoras, pero cabe preguntarse si los productos audiovisuales cuales quiera que sean no son una manipulación del tiempo y el espacio a través de los elementos de la realización audiovisual. incluso las producciones documentales, en oposición a las argumentales, en las que se enmarca el trabajo de Moore, no pueden ser entendidas sin una postura política y punto de vista desde donde se van a abordar unos hechos sociales. En ese sentido me parece que puede haber dos posturas para abordar la película de Moore: una es estando de acuerdo con su discurso y la postura que el asume para dar cuenta de una problemática social y la otra es tomarlo como una fuente de información que complementada con otras nos da un panorama mas amplio sobre dicha problemática. Un ejemplo familiar es el documental de Leni Reifenstahl, sobre el nazismo. Claramente antes que estar de acuerdo con el discurso allí expuesto, vale mas la pena ver los recursos audiovisuales que se usan para exponer un discurso politico....
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